Reflexiones en tiempo de crisis
La vida, extraña y mágica maestra, nos invita en cada momento a liberar nuestras heridas, a vaciar nuestra memoria de cargas innecesarias. Parece como sí nos empujara a veces amablemente y otras como un huracán incontenible a salir de la zona de confort tan preciada por todos nosotros.
Hoy día nos envuelven noticias, situaciones, emociones ect... de alto voltaje energético.
Si somos sinceros y somos capaces de dejar de aferrarnos a teorías o credos de toda índole, tenemos la oportunidad de entrar en contacto con la crudeza de la incertidumbre.
Sí tenemos el valor de caminar "al filo de la navaja" tal cómo lo denomina la maestra Pema Chodrom en todos sus libros, tendremos también la posibilidad de probar la cualidad bondadosa de nuestra esencia más tierna, más íntima.
Quizás podemos usar la crisis como una Sadhana y dejar de refugiarnos en nuestros hábitos de control. Quedarnos en la experiencia desnuda del no saber, de la incertidumbre.
No es fácil el reto, pero hoy cómo nunca, tenemos la posibilidad de abrirnos.
A veces me fascina la sensación de estar cerca de la frescura de lo siempre nuevo. Sólo huelo el perfume de la libertad .
Seamos sinceros, dejemos los autoengaños y amemos (si somos capaces) todo lo que sentimos. Dejémonos tocar profundamente. Hay que ser valientes de corazón para mirar sin juicios los momentos de miedo y de desolación y seguir abiertos.
Quizás la crisis sin maquillajes de ninguna índole, puede asustarnos, enfadarnos, desanimarnos y seguir abiertos con el corazón disponible.
Salir de nuestra zona de confort tal vez no es tan terrible como nos parece, tal vez es una oportunidad para adentrarnos de una vez por todas en el Eterno Presente.
Genial reflexión Olga, Ferran. Bajada del cielo.
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